La cantautora Pilar Padín parece confirmar que la música negra como el sopor y el funk quedan mucho mejor si las viste una voz femenina, colorida, virtuosa y con mucha pasión.
Corista de la banda rockera Támesis, Padín eligió estilos negros como el blues para tocarlos de manera pura y vintage en este trabajo que se inicia con el funky «Porvenir» donde destacan los arreglos de bronces.
Padín además demuestra que la música negra tiene las mejores voces de la escena independiente argentina en «Deja vu», una rara mixtura de reggae-blues y soul donde destacan los punteos de la guitarra y los arreglos de bronces que por momentos respiran aires tangueros y portuarios.
«Igual a ellos» es un blues que comandan la guitarra y los bronces, pero donde Padín deja la piel en su interpretación, que gana en mucha emotividad. «No soy nada» se mantiene en los terrenos del blues clásico, mientras Padín muestra versatilidad vocal y se despacha contra un «machirulo». «Déjame ser» es un blues más pasional, con un interesante riff que vuela sobre el groove de la base.
«Ocaso» arranca con un interesante beat de la batería sobre la que se monta Padín que se multiplica en voces y a la que los bronces le dan clima soulero bien clásico. El disco cierra con «Revelaciones» que tiene un comienzo de arreglos corales bien spirituals y se convierte en un funky dramático cargado de bronces que embellecen la canción.
Agencia Télam
