La Medicina regenerativa es un novedoso y excitante campo de la medicina, en constante desarrollo, en el que participan muchas especialidades enfocado a la reparación, reposición o regeneración de células, tejidos u órganos para restaurar la función dañada por cualquier causa, incluyendo el envejecimiento, los defectos congénitos, la enfermedad, y los traumatismos. Hablamos de regeneración cuando el nuevo tejido formado es el mismo que el tejido perdido.
Una de las técnicas más importantes con las que cuenta la medicina bioregenerativa es la aplicación de Plasma Rico en Plaquetas, un producto autólogo, es decir que se extrae de la sangre del propio paciente, del cual se obtienen los factores de crecimiento presentes en las plaquetas que al ser aplicados localmente estimulan la reproducción y diferenciación de distintas células. Los factores de crecimiento son considerados mediadores biológicos que pueden modificar y regular las funciones de las células.
Cada uno de los factores de crecimiento tiene funciones diferentes y especificas que contribuyen a promover y acelerar la regeneración y cicatrización de los tejidos.
Puede ser usado en medicina tanto como tratamiento preventivo (acto anticipado para prevenir un riesgo); restitutivo (sanar, renovar); curativo (combatir una enfermedad) y paliativo (para atenuar el dolor o efectos negativos).
Desde la primera aplicación del plasma rico en plaquetas en el tratamiento de úlceras cutáneas en 1980, ha sido utilizado con éxito en distintos terrenos de la Medicina (Oftalmología, Otorrinolaringología, Cirugía Maxilofacial, Odontología y Estética), para el tratamiento de: heridas quirúrgicas, enfermedades musculares, óseas y articulares, quemaduras y reparación de nervios periféricos.
Gracias a los avances en el conocimiento de los mecanismos que entran en juego en el fenómeno del envejecimiento, actualmente disponemos de numerosas técnicas que nos permiten aminorar e incluso corregir, los efectos causados por el paso del tiempo en la piel.
Basados en lo dicho por la literatura y la evidencia clínica, puede asegurarse que la combinación de técnicas optimiza resultados donde la bioestimulación con Plasma Rico en Plaquetas emerge como una excelente opción.
Se obtiene a partir de una extracción de sangre del paciente, la cual es centrifugada, separándose la porción del plasma que contiene las plaquetas. De esta manera conseguimos una fracción del plasma con una cantidad de plaquetas entre cuatro y cinco veces por encima del valor normal, por lo tanto con una concentración de factores de crecimiento mayor. Bajo normas estrictas de esterilidad durante la extracción y el procesamiento finalmente son aplicados con pequeñas inyecciones intradérmicas en la mayoría de los pacientes.También puede aplicarse en forma tópica como complemento de tratamientos laser. Las zonas corporales de mejor resultados son el rostro y el escote, también cara interna de piernas y brazos. La sesión dura aproximadamente una hora y se retoma la vida normal luego del procedimiento.
Parte de sus beneficios son la notable mejora en la salud de la piel, aumentando su luminosidad, hidratación y volumen. Además atenúa arrugas, líneas de expresión y el proceso propio del envejecimiento.
La ventaja que ofrece el Plasma Rico en Plaquetas es que al ser obtenido de la propia sangre del paciente no genera alergias.
Los resultados comienzan a evidenciarse en forma paulatina al mes de la aplicación. El número de sesiones depende del grado de envejecimiento de la piel, pero generalmente es habitual realizar dos o tres sesiones al año.
La técnica de aplicación no es dolorosa pero para minimizar las molestias se aplica un anestésico tópico en forma de crema. A partir de unas pocas inyecciones, esta técnica antiage permite mejorar la piel y ayuda a la prevención y a la disminución de envejecimiento facial, logrando una revitalización interna del cutis.
Básicamente la práctica consiste en bioestimular los procesos naturales de la formación de colágeno, elastina y ácido hialurónico.
Dra Adriana Vignolo – Medicina Estética M. 9915