Los permitidos para el verano

Las recomendaciones de la experta en nutrición para que este verano nos centremos en disfrutar y que la comida no sea motivo de conflicto.

¿Qué tienen en común un celíaco, un vegano, un intolerante al gluten o a la lactosa, una persona con hipertensión o diabetes y alguien que “se está cuidando”? Ellos, al igual que todos, durante los meses de vacaciones se encontrarán más seguido reunidos alrededor de una mesa. Motivo de festejo, pero también momento para pensar cómo seleccionar alimentos que nos permitan celebrar de manera saludable, incluyendo a todos los menús.

“En esta época podemos llegar a subir hasta 5 kg en un lapso breve de tiempo, lo que tampoco es un dato menor”, explica la Prof. Dra. Andrea Miranda,  directora médica de la Sociedad Argentina de Estética y Nutrición Integral (SAENI). “Es por eso que la clave está en la planificación. Hay que estar atentos y elegir a conciencia los ingredientes que se ajusten a los gustos y necesidades del conjunto y realizarlos con las técnicas correctas. El menú con opciones para todos es posible”.

En este sentido recalca que las fiestas deben ser una forma de encuentro desde otro lugar que no sea lo alimentario: “En estas fechas las mesas se llenan de platos de altísimo contenido calórico que se acompañan con bebidas alcohólicas, bebidas azucaradas o gaseosas y grasas”, dice.

El consumo de alimentos “pesados” provoca malestar estomacal y fatiga, generando déficit de atención neuronal y deteriorando incluso nuestro rendimiento a nivel laboral. “Además, el aumento de peso repentino desencadena problemas de autoestima, angustia y, en casos extremos, los pacientes rechazan las actividades sociales porque no quieren salir de sus casas”, sostiene la Dra. Miranda.

Para tener una alimentación más ordenada, si elegimos servir algunas alternativas con carne hay que preferir las magras como pollo y pescado, o bien cortes como nalga, peceto y cuadril, si se trata de rojas.

En un menú más inclusivo y saludable deben abundar los vegetales frescos, sobre todo porque los últimos años las temperaturas fueron muy sofocantes. Además, no deben faltar los cereales integrales, legumbres y frutas, que sirven no solo para armar postres, sino que van muy bien en ensaladas para darles un toque refrescante, como la manzana verde, el pomelo o la naranja.