La Galería Uffizi, el museo más visitado de Italia con una de las colecciones de arte más famosas y tradicionales del mundo, decidió incursionar en la red social TikTok y generar contenidos humorísticos e irónicos, para aprovechar «un canal de comunicación muy democrático que permite llegar al público más difícil: los adolescentes», dice a Télam la argentina Alejandra Micheli, integrante del staff del museo, que en el último fin de semana aumentó en un 27 % las visita de la franja más joven.
En un principio pareciera ser una mezcla de elementos antagónicos -que incluso ha sorprendido a algunos críticos de arte-: el canónico museo florentino, con obras maestras de Leonardo da Vinci, Miguel Ángel o Rembrandt, y la red social de moda, que se caracteriza por apelar al entretenimiento y la comicidad a través de videos breves; una app que utilizan más de 500 millones de usuarios en el mundo de los cuales el 65 por ciento son menores de 18 años.
Con menos de tres meses de aterrizar en TikTok y casi 40.000 seguidores, @uffizigalleries ha puesto a figuras famosas de sus cuadros, como la Venus de Sandro Botticelli, a bailar al ritmo de las irreverentes letras del cantante y youtuber estadounidense Todrick Hall, o ha dado vida a un coronavirus animado que recorre las salas y, al llegar frente a «La cabeza de Medusa», se convierte en piedra y cae al piso para romperse en pedazos. Entonces, la obra de Caravaggio se coloca, triunfal, un tapabocas.
Hasta ahora, la estrategia ha funcionado más que bien para este antiguo palacio renacentista que perteneció a la familia Médici y que abrió oficialmente como museo en 1765 pero que hasta hace cuatro meses sólo tenía presencia en Twitter e Instagram, donde los siguen 500.000 personas. Con el cierre obligatorio por la pandemia, no les quedó otra vía que sumar redes para poder seguir en contacto con su público.
El museo reabrió sus puertas el pasado 2 de junio y tan sólo el último fin de semana, tuvo más de 9.000 visitantes, de los cuales 3.600 eran menores de 25 años. En comparación con el fin de semana anterior, el aumento fue del 27%, cuando arribaron al museo 2839 jóvenes menores de 25: «Un verdadero auge de los jóvenes en el museo», se entusiasmó el director, Eike Schmidt en referencia a la eficaz convocatoria que han tenido de la denominada generación Z o Centennials.
«Desde Uffizi pensamos que la tecnología y la tradición no son contradictorias. Siempre están los carcamales habituales que no quieren aceptar que el mundo está avanzando con nuevas tecnologías y que ven socavados sus privilegios», señala en una entrevista con Télam Micheli, argentina radicada en Italia, quien nació en 1977 en Córdoba y a los 20 días escapó con su mamá -militante- rumbo a Florencia, donde reside desde entonces.
– T¿Cómo surgió la idea de que la Gallerie degli Uffizi tuviera una cuenta en TikTok?
– Alejandra Micheli: La idea nació de casualidad. El director nos preguntó un día si tenía sentido aterrizar en TikTok y nosotros a su vez preguntamos a nuestros hijos, nietos y sobrinos y nos dimos cuenta que sí. TikTok es una plataforma muy usada por los jóvenes y en ese momento de cierre -cuando los museos suspendieron todas las actividades- decidimos mantener el mayor contacto posible con el público. Las actividades se enriquecían con nuevas iniciativas en otros canales, Facebook, Instagram y Twitter. Pero nos dimos cuenta que nos faltaba TikTok y podía ser útil para mantener el contacto, aunque sea virtual. Y está resultado un éxito increíble.
– T: Algunas personas se sorprenden de que un espacio canónico como Galerías Uffizi haya decidido recurrir a un espacio virtual tan novedoso, ¿Qué les dirías a los que piensan eso?
– AM: Nuestra respuesta es que incluso un museo puede hacer humor. Sirve para acercar las obras a un público diferente del de la crítica oficial. Pero también para ver las obras de una manera diferente y alegre, en un momento difícil como el del lockdown. Y es importante de vez en cuando un poco de ironía. Digamos que el ‘embrutecimiento’ hace más daño que cualquier otra cosa. Necesitamos tomar en serio a las personas y lo que queremos es comunicar. Esto no quiere decir que de vez en cuando no podamos disfrutar de un poco de humor y un poco de auto ironía, lo cual es la característica del canal TikTok, que ciertamente es menos catedrático que otros canales. Siempre están los carcamales habituales que no quieren aceptar que el mundo está avanzando con nuevas tecnologías y que ven socavados sus privilegios. La tecnología y la tradición no son contradictorias, eso pensamos, y desde aquí llegamos al grupo más difícil de personas, o sea, los adolescentes en plena rebelión.
– T: ¿Qué oportunidades ofrece TikTok que no tienen otras plataformas?
– AM: Una de las cosas más importantes de TikTok es que es una forma de comunicación muy democrática. Sobretodo no jerárquica. Es una forma de comunicación que permite un diálogo, donde una reacción puede volverse una acción y viceversa. Y hay un contacto con el público constante. Esto permite tener un feedback continuo, también para que nosotros podamos ponernos en discusión y mejorar nuestra comunicación. Porque la misión del museo es la de comunicar el arte con un lenguaje que pueda llegar a todos.
– T: ¿Esta app proporciona la oportunidad de interpelar a un nuevo público, no tan inclinado a ir a los museos?
– AM: El tema es encontrar un lenguaje contemporáneo para llegar a los jóvenes, para hablar su idioma y llegar donde probablemente no llega el lenguaje más canónico. Es estimular la curiosidad de los chicos para que puedan visitar el museo con ganas y no arrastrados por los padres.
– T: ¿De qué manera resultaron útiles las ideas y consejos de los niños y niñas de las familias que trabajan en Uffizi?
– AM: Nuestros hijos, sobrinos, nietos y los de nuestros empleados siempre nos sugieren cuáles son los mejores videos para salir, cuáles funcionan más y cuáles menos. En un primer momento nos advirtieron sobre el uso de este canal. Nos explicaron que hay reglas en TikTok y también nos enseñaron a no pretender ser lo que no somos. Estamos aprendiendo de los más jóvenes: los escuchamos, son partícipes, y esto nos ayuda a comunicarnos bien con nuestros hijos y familiares pero también a cuestionarnos. Para nosotros es una modalidad de trabajo muy divertida.
– T: Considerando que el 60% de los usuarios de TikTok son menores de 18 años, ¿qué otro contenido están planificando para esta plataforma?
– AM: Vamos viendo de a poco. La fuerza de ese canal es la interacción. De a poco no damos cuenta lo que funciona y lo que no. Las transmisiones en vivo funcionan. A principios de junio hicimos un streaming con la influencer italiana Martina Socrate y fue un éxito: más de 70 mil personas nos siguieron. La aparición en Tiktok de personajes públicos funciona mucho y sorprende a los usuarios. Es probable que invitemos a otros influencers. Funciona muy bien.
Agencia Télam / Mercedes Ezquiaga