Unas 300 mil hectáreas fueron arrasadas por los incendios en las islas del Delta del río Paraná, y además de causar graves daños a la biodiversidad del humedal, las quemas devastaron a innumerables especies autóctonas de flora y fauna.
Los daños ambientales producidas por las quemas en las islas «son difíciles de cuantificar, pero la situación tardará años en recuperarse», dijeron abogados y ambientalistas de organizaciones ecologistas de la zona consultados por Télam.
La región del delta del río Paraná abarca una superficie aproximada de 17.500 km2, es una zona de gran interés ecológico, donde predominan ecosistemas de humedal.
Las quemas en las islas es una problemática interjurisdiccional que involucra a tres provincias: Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires. Dos ministerios nacionales (Seguridad y Ambiente), y afecta desde Reconquista (Santa Fe) hasta Campana (Buenos Aires).
La Justicia de Entre Ríos tiene jurisdicción sobre las islas. Una docena de causas penales se abrieron en la Justicia Federal de Paraná y 18 personas fueron imputadas por los incendios presuntamente intencionales, pero ninguna de ellas se encuentra detenida.
Los focos de incendios no han cesado y desde febrero a la fecha «unas 300 mil hectáreas de territorio en el Delta, fueron arrasadas por el fuego», dijo a Télam Jorge Bártoli, referente de la organización ecologista ´El Paraná No se Toca´.
«El daño ambiental es incalculable, recorrer las islas es un cementerio de animales carbonizados. El suelo del humedal ha quedado reducido a cenizas y esto afectará incluso hasta la potabilidad del agua que consume Rosario», advirtió.
Explicó que en un contexto de bajante pronunciada como la que hoy presenta el río Paraná,»el humedal no cumple con su famosa función de esponja, que purifica y filtra el agua, precisamente porque no hay agua que lo cubra».
Por su parte, el titular de la OnG rosarina ´Mundo Aparte´, Ivo Peruggino, dijo a Télam que la situación de los incendios en las islas «la venimos padeciendo desde febrero último y el daño ambiental es inmensurable».
«Se han quemado unas 300 mil hectáreas, el fuego arrasó con especies nativas de flora y fauna. Se ha provocado un grave daño a los humedales que son ecosistemas biodiversos para el buen desarrollo de la vida», remarcó.
Los humedales «tienen múltiples funciones: retienen nutrientes y contaminantes, almacenan carbono (desaceleran el cambio climático), son reserva de agua dulce, filtran el agua y el aire, retienen las crecidas y evitan inundaciones», detalló.
Para el ambientalista, las quemas en las islas «tienen relación con los paquetes tecnológicos introducidos a mediados de los ´90, que incluían semillas transgénicas, agrotóxicos, y un modelo de producción basado en el monocultivo».
Según Peruggino, el objetivo «es desplazar la frontera ganadera, pampeanizar las islas y por eso se producen quemas, pero también, por algunos posibles negocios o especulaciones inmobiliarias».
«Pero la ganadería y todo el modelo agroproductivo que se viene realizando en las islas desde hace más de 20 años, nos llevó a este colapso social, medioambiental, climático, energético y ecológico en el que hoy nos encontramos», afirmó.
La situación de los incendios podría agravarse en los meses venideros, ya que según proyecciones hidrológicas del Instituto Nacional del Agua, el río Paraná seguirá en bajante por varios meses más «por lo menos hasta fínes del verano próximo».
«Los registros y proyecciones de mediano plazo, hablan de una importante escasez de lluvias. Estas condiciones van a propiciar más incendios en las islas», advirtieron por último los ambientalistas.
En los últimos días, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, cuestionó en varias ocasiones la «inacción» del juez federal de Paraná, Daniel Alonso, a cargo de la causa por los incendios en el Delta del Paraná, al que reprochó «no haber emitido un fallo todavía y no haber investigado».
«Los focos de incendios llevan seis meses y la verdad es que todavía la Justicia no ha procesado ni detenido a ninguno y es insólito que eso pase», dijo Cabandié, en la Casa Rosada, la semana pasada.
Al respecto, el Ministro amplió que «pareciera que al juez federal Alonso no le funciona la impresora, porque no ha emitido un fallo todavía, no ha investigado, no ha hecho la tarea que tienen que realizar».
«Lo he dicho con vehemencia pero también con responsabilidad, ante la inacción de la Justicia; hay una connivencia entre sectores empresariales y la Justicia», evaluó el funcionario.
Por otra parte, el Ministro recordó esta semana que «apagar un incendio en el Delta del Paraná cuesta 20 millones por día» y agregó: «Nos encantaría saber quiénes son los responsables de los incendios, pero eso le corresponde a la Justicia».
En ese marco, el titular de la cartera de Ambiente manifestó que «la Justicia tiene que determinar quiénes son los dueños, realizar imputaciones, indagatorias, procesamientos, detenciones en caso de tener todos los elementos para resolver de esa manera, y esto no sucede».
Cabandié adelantó que «hay datos sorprendentes de quienes son los que queman y esas personas son las dueñas de las tierras».
«El 95% de los fuegos son con intencionalidad por distintos motivos: por especulación inmobiliaria, por uso y costumbre del sector agropecuario; y eso hace que la situación sea compleja porque no hay precipitaciones y porque hay mucho material combustible acumulado en distintas provincias», añadió.
Télam: Hugo Lucero / Fotos: Sebastián Granata