El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, destacó hoy las buenas perspectivas de la campaña triguera, «ya que las condiciones climáticas vienen ayudando y la disposición de los productores a sembrar es importante”.
Con un tono similar, el titular de la Federación de Acopiadores, Fernando Rivara, manifestó también su optimismo, ya que “tenemos un clima que acompaña y una coyuntura internacional más que favorable”
Basterra resaltó el aporte del Estado al sector, al recordar que “no hemos aplicado los topes que habilita la ley para los derechos de exportación, los hemos sostenido en un nivel que es el que aplicó el gobierno anterior”, al hablar en la apertura del congreso A Todo Trigo, organizado por la entidad de acopiadores.
El ministro ponderó “el esfuerzo de productores, trabajadores, transportistas y demás operadores para garantizar la seguridad alimentaria y que el flujo de mercadería se sostenga hacia el exterior, para traer las divisas que de manera tan importante necesita nuestro país en una situación económica tan difícil, producto del endeudamiento que nos dejara el Gobierno anterior y las condiciones de la economía mundial”.
“Aspiramos a que esta campaña sea de gran producción y reconocemos la voluntad de acuerdo de la cadena productiva para abastecer la mesa de los argentinos y que los compromisos externos se cumplan de manera ordenada”, agregó Basterra.
Aseguró luego que “el mercado de Brasil es central para los productos argentinos y va a ser satisfecho convenientemente”.
Rivara, por su parte, dijo que “si vamos a ser un jugador mundial de peso en alimentos, necesitamos empoderar al Ministerio de Agricultura de la Nación en lo productivo y también en lo agroindustrial, con poder de decisión y de veto ante otros ministerios”.
El empresario sostuvo que la Argentina tiene “un desafío mayúsculo: ser un proveedor confiable de granos, carne y alimentos, con bioseguridad absoluta, lo que implica un mejor uso de la tecnología, respetando el medio ambiente y utilizando fitosanitarios autorizados”.
Resaltó luego que “en la última década, solo de granos y derivados el sector exportó más de US$ 400.000 millones, y además de pagar todos los impuestos que pagan las empresas, aportamos en concepto de retenciones unos US$ 65.000 millones más”.
“Este año aumentamos la apuesta, la Bolsa de Cereales estima 21 millones de toneladas de producción de trigo y esto significa que los argentinos tienen la materia prima asegurada para la elaboración y que ingresarán aproximadamente US$ 3.200 millones, de los cuales US$ 680 millones quedarán en el Estado por retenciones”, estimó Rivara.
Reclamó además al Estado “que no cambie en forma negativa reglas y normas”, a la vez que propuso fortalecer la Agencia de Inversiones y Comercio Internacional.
El titular de la Federación de Acopiadores pidió “aventar temores, para estimular la siembra” y propició una nueva ley de semillas y otra que regule la aplicación de fitosanitarios, tras considerar que Córdoba es un ejemplo este sentido.
Durante la misma actividad, el ministro de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires, Javier Rodríguez, remarcó que la actividad agropecuaria “quedó exceptuada del aislamiento obligatorio y se aseguró su normal desenvolvimiento”, a la vez que “se establecieron además líneas de financiamiento específicas para impulsar la producción”.
Rodríguez anunció en la ocasión la “pronta comercialización” de “dos nuevas variedades de trigo candeal desarrolladas en nuestra chacra experimental de Barrow (ubicada en Tres Arroyos) de manera conjunta con el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), de gran importancia por su capacidad industrial y por tratarse de semillas de ciclo tardío”.
Tras remarcar que las últimas lluvias “mejoraron las condiciones del suelo”, el ministro bonaerense señaló que se mantuvieron recientes reuniones con representantes de Brasil y de otros países para garantizar los mercados internacionales”.
Las perspectivas favorables para la próxima siembra y cosecha de trigo fueron señaladas asimismo durante el encuentro, por Daniel Miralles (Facultad de Agronomía-UBA); el asesor privado Pablo Calviño; y el investigador del Movimiento CREA (Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola), Jorge González Montaner.
Agencia Télam – Fotógrafo Brigo Carlos.