El nuevo televisor de la compañía surcoreana tiene una cualidad destacada: puede cambiar su disposición de un esquema clásico panorámico, como el que utilizan las series de televisión o las películas, a uno vertical.
Para conseguir una transición sencilla el televisor tiene un soporte especial que permite la rotación de la pantalla.
El Sero cuenta con un micrófono y un sistema de asistente virtual. Uno de los principales objetivos del diseño es que el Sero se convierta en una alternativa de mayor tamaño para el consumo de productos audiovisuales originalmente concebidos para el formato móvil. Entre sus funciones adicionales se encuentra la posibilidad de presentarse como un reloj o convertirse en un exhibidor para una serie de fotografías.
En cierto modo es como si fuera una pantalla de usos múltiples y no solo un televisor.
El Sero solo saldrá a la venta en Corea del Sur, al menos en principio. Habrá que esperar para ver si tiene éxito y Samsung se decide a intentar otros mercados. Muchos analistas han visto en este lanzamiento limitado una admisión de los límites comerciales del producto.
En sí no hay nada malo en que el Sero sea una prueba de posibilidades técnicas. Muchos productos no son pensados tanto como una gran apuesta comercial sino como un experimento. En ocasiones, sin embargo, esos experimentos ganan fuerza y se convierten en algo más.
El Sero tiene como desventaja adicional que no es un dispositivo barato, cuesta unos USD 1.600.