Valeria Lynch realizará el próximo domingo su segunda presentación por streaming, pero esta vez y a tono con el carácter de “Imparable” con el que titula al show, lo hará con su banda completa y sumando a su pareja, el líder de Attaque 77, Mariano Martínez.
«Considero que la exposición mediática es un poco el precio que las figuras que somos públicas, queridas y populares tenemos que pagar. Pero también considero que la gente que me sigue y me quiere, me conoce muy bien y no necesita de todo eso para sostener un vínculo», reflexiona Lynch durante una entrevista con Télam.
En esa cuerda, la popular cantante asegura que «con mi público me comunico a través de mis canciones, de mi música. Mis fans son muy respetuosos con mi vida personal, me conocen mucho y saben cómo soy. Todo lo demás, forma parte del combo en el que los artistas nos tenemos que manejar. Hay que ser muy hábil para no caer en el barro de los que te provocan…A veces lo logro».
La artista, de 68 años, se presentará el 18 desde las 21 a través de Argentina Show Live, plataforma que cuenta con imagen y sonido 4k y en su página pueden adquirirse las entradas. Con más de medio siglo en la escena teatral y musical y una vasta discografía que inició en 1977, Valeria tiene material de sobra para armar un recital de éxitos como el que propondrá el domingo venidero.
Sos una artista muy familiarizada con lo visual ¿Esa herramienta te ayuda a encarar mejor el formato del streaming?
Claro que sí, lo visual es muy importante y siempre tengo mi mente abierta y así puedo adaptarme fácilmente a las nuevas tecnologías, a las redes, y a todo lo que vaya surgiendo para poder aggiornarme y seguir comunicándome con la gente. Me permito poder incorporar estas nuevas propuestas de manera rápida y de forma orgánica y natural, no ofrezco resistencia cuando veo que los cambios son para bien, al contrario, me adapto fácilmente y los incorporo a favor de mis espectáculos y de mi carrera artística.
Al margen de las dificultades técnicas del primer show que diste con esa modalidad ¿Qué pensás del streaming como concepto?
Mi primer show fue excelente artísticamente hablando pero hubieron desperfectos técnicos que básicamente tuvieron que ver con que la plataforma no estaba preparada para tanta gente conectándose a la vez y colapsó. En cuanto al concepto de streaming creo que es un muy buen formato que llegó para quedarse, por lo menos, por un largo rato y que tiene muchas ventajas: con un solo pase ve el show toda la familia, todos están en primera fila, el ticket es muy económico y llegás al mundo entero.
¿Creés que el streaming llegó para ser parte del universo de los recitales?
Obvio que no hay nada mejor que el vivo, pero esta nueva normalidad, obliga a los músicos a reinventarnos para poder seguir mostrando nuestro arte. Este formato nos permite atravesar fronteras y tener una llegada impensable en relación a un show presencial. En mi primer streaming se vendieron entradas en Sudáfrica, Francia, Italia, España, Estados Unidos, tener una audiencia tan amplia y heterogénea en una misma noche es fabuloso, y eso sólo es posible gracias a la tecnología que nos brindan las plataformas online.
¿Cómo explicás la pasión puesta en seguir cantando, grabando y haciendo shows?
La pasión es parte de mi esencia y continúa intacta dentro mío, no me imagino haciendo otra cosa que no sea cantar, vivir de, para y por la música. Soy muy feliz haciendo lo que hago, es mi vocación y me siento completa y realizada. Nací para cantar y no concibo hacer algo sin lucha y sacrificio, sin tesón. Soy absolutamente pasional, no podría hacerlo de otra manera.
¿Qué significa que los últimos dos discos de tu amplia y exitosa discografía estén orientados al rock?
Es una vuelta a mis orígenes. yo empecé haciendo rock en la década del ’70 en los sótanos cuando el género estaba prohibido. Luego pasé a hacer un género más internacional en los ’80; la balada y el pop y así pude empezar a vivir de mi vocación, pero siempre conservé aquella rebeldía y el rock en mi corazón. Con «Extraña dama del rock» (2017), mi primer disco de este estilo quise volver al género y grabé grandes versiones de clásicos del rock argentino tuve artistas invitados muy grosos, que lo enaltecieron. En «Rompecabezas, terapia de rock», junto con Mariano Martínez, mi productor discográfico en los dos trabajos, reversionamos mis grandes hits. Me encantó la idea y el resultado fue increíble. Volver al rock fue una vuelta a mi esencia y un aggiornamiento musical que no hubiera sido posible sin el toque, la impronta y la producción de Mariano.
Al respecto ¿Sentís que a «Terapia de rock», tu álbum de 2019, le queda camino por recorrer?
Sí, totalmente. Es un trabajo fabuloso y muy nuevo, salió a la luz a fines del año pasado y luego nos agarró la pandemia y nos quedó pendiente la gira de presentación y difusión del disco.
Al margen de este mundo tan complicado e incierto ¿Qué proyectos tenés de cara al futuro cercano?
Lo más cercano es mi próxima presentación online y espero que me acompañen porque en ésta época tan difíci para todos, también los artistas necesitamos el apoyo de la gente. Pero, además, tengo planes de grabar un nuevo disco, nuevamente con Mariano como productor, en donde volveré a las baladas.
Télam: Sergio Arboleya – Foto: prensa