Florencia Peña: «Es ridículo que porque me va bien tenga que ser de derecha»

Semanas antes de debutar en la pantalla de Telefe con un magazine matutino, Peña lanzó su plataforma virtual “F de Flor” con la que pone a disposición de sus seguidores una tienda digital con diferentes marcas de ropa, calzado y decoración.
La comediante que ha brillado tanto en TV (“Casados con hijos”) como en teatro (“Cabaret”), sostuvo que revelar su postura ideológica tuvo costos. “No tengo tanta libertad para decir exactamente lo que pienso porque me fue difícil bajar línea de mi pensamiento, sobre todo político. Me cobraron mucho eso y fui blanco de muchas operaciones, la verdad que la padecí y mi familia también la padeció”.

Florencia Peña consideró hoy que los artistas deben tener “una mirada política sobre algo” y rechazó la idea de que como le va bien «no debería bajar línea a favor de los que menos tienen».
Para la actriz, esas personas son las que creen que porque le va bien, «debería tener un pensamiento de derecha”, fundamentó durante una entrevista con Télam.

¿Cómo te blindás contra tanto discurso de odio que da vuelta en las redes?

Como consumidora de redes sociales siempre me va a preocupar la bajada de línea a favor de la muerte y a favor de ciertas cosas con las que obviamente la gente pensante, la gente amorosa, no acuerda. Me parece más patético, terrible y peligroso que nuestros hijos estén expuestos a ese tipo de mentalidad o a ese tipo de bajada de línea que un seguidor le pueda parecer una mierda lo que hago, eso no me importa. A la agresión la contesto en Twitter con gracia, nunca jamás con agresión porque no sé si es un hater de carne y hueso o es un bot. Podría dar cursos de cómo hacer para que te resbalen los haters (risas). En general, cuando recibo agresiones muy fuertes me meto a ver el perfil y en general es gente que no piensa como yo o que tiene en su muro cuestiones que están en las antípodas de mi pensamiento.

  Pero a la vez muchos intelectuales dicen que hay que usar las redes para bajar un discurso…

Básicamente para eso tengo las redes sociales. Sobre todo Twitter. Bajo mi línea ahí, pongo las cosas que quiero poner, pero sobre todo Twitter es una red interesante para exponer las ideas. Si bien sigo pensando lo que pienso, no lo pongo por delante porque no la pasé bien y quiero seguir haciendo lo que hago, pero sí le quité un poco de volumen a mi manera de expresarme, sobre todo políticamente hablando.

¿Considerás que los artistas deben tener una línea y hacerla pública?

Sí, yo creo que los artistas debemos, ya que tenemos esa voz tan fuerte, tener una mirada sobre algo. Hay que pararse en algún lugar en algún momento, porque además me gustan los seguidores pensantes. Me gustan los seguidores que me siguen por lo que tengo para dar, no solamente en mi arte sino también con mi cabeza, lo que pienso, lo que digo y cómo lo digo. Desde ese lugar me encanta bajar línea y decir “yo creo en esto”. Siempre desde mí, porque sí me molesta mucho que alguien me diga cuál es la verdad. Ahora, el mundo es de derecha. Y no pasa en Argentina, todos los países del mundo tienen problemas porque los grandes medios son de derecha y yo no soy una mina que tiene un pensamiento de derecha, así que siempre voy a tener más enemigos que amigos si me expongo en mis pensamientos. Está claro que yo soy una mina que me gusta hablar de igualdad, que creo que tenemos que atacar la desigualdad, siempre voy a estar a favor de gobiernos que entiendan que no existe un derrame sino que tenemos que ayudar a los que están debajo de la pirámide y los que más tienen deben poner el hombro para los que menos tienen. Yo tengo un pensamiento filosófico de lo que me interesa tanto de la humanidad como de un país y la única manera que podés tener posibilidad de que alguien repiense lo que estaba pensando es siempre desde el diálogo. Hay que ser inteligentes en un momento tan crispado del mundo. El argentino tiene la tendencia de pensar que solo nos pasan a nosotros las cosas y cada sociedad tiene lo suyo, y nosotros tenemos una sociedad difícil pero cuando viajás te das cuenta que cada sociedad tiene lo suyo y que la derecha está en todos lados. A mí me gusta mucho España y tiene una derecha fatal.

Fotos: prensa – Télam