PRÁCTICAS DIARIAS PARA LUCIR PIERNAS SANAS Y BELLAS

Llegó el verano, una época hermosa para disfrutar del aire libre y la oportunidad de lucir nuestras piernas, pero para muchas de nosotras, las várices y arañitas son un problema estético que nos hace esconderlas y seguir aferradas al pantalón largo todo el año. Sin embargo no se trata sólo de cómo no vemos sino de una cuestión de salud.

Si ya sufrís esta patología o si querés prevenirla te contamos cuáles son los números claves a tener en cuenta para mantener tus piernas sanas y bellas según la experiencia profesional y los consejos del médico flebólogo e investigador Miguel Ángel Gramajo Booth, creador del método de Flebología Restaurativa.

De 1 a 45: los números de la prevención:

  • 1 hora: la medida de tiempo a la que debemos prestar especial atención. Muchas veces nuestros trabajos nos exigen permanecer quietos en la misma postura. Pasado este lapso, debemos recordar dar breves paseos para movilizar las piernas.
  • 2 litros de agua (como mínimo): Beber esta cantidad es fundamental para hidratarnos y conservar la completa armonía de nuestro cuerpo.
  • 4 comidas muy saludables: ¡Mantener una alimentación equilibrada es indispensable para controlar nuestro peso y evitar el estreñimiento!  La consigna es llevar una dieta baja en calorías y alta en fibras: las frutas y verduras deben abundar en todos nuestros platos.
  • 5 minutos de reposo: Cada vez que tengamos la oportunidad, puede resultar muy beneficioso acostarse y poner las piernas en alto. Esta postura es excelente para favorecer el retorno venoso.
  • 10 minutos de automasajes: ¡La técnica que es muy sencilla! Los masajes deben realizarse de forma ascendente, desde los pies hasta llegar (muy lentamente) a los muslos. Los tres tips fundamentales: no aplicarlos directamente sobre las várices sino en las zonas aledañas, cuidar que los movimientos sean suaves (utilizar las palmas y dedos en su totalidad en vez de presionar con las yemas) y usar cremas o aceites para evitar la fricción. Disfrutemos de este momento que además de ser muy placentero permite que la sangre acumulada en las venas comience a movilizarse y fluir hacia el corazón.
  • 30 minutos de ejercicios: Nada de grandes esfuerzos, una simple caminata ya resulta suficiente para fortalecer la musculatura de las piernas y favorecer la circulación de retorno. Bailar, correr, andar en bicicleta, nadar, hacer gimnasia, son otras excelentes opciones.
  • 45 grados: el ángulo perfecto para inclinar nuestras piernas cada vez que nos acostamos para hacer reposo.