MÚSICA: CARGAR LA SUERTE

El universo musical de Andrés Calamaro, nutrido una vez más por descorazonados, recupera la importancia de las guitarras en un disco, “Cargar la suerte”, que mediante un símil taurino, conmemora 40 años de carrera, 20 de ellos en solitario, influyente y a veces kamikaze.

“Una cosa es pasarse el toro por delante y otra diferente es torear”, señalaba el artista, en una escucha privada del álbum celebrada en Madrid con los medios, respecto al significado real de ese título que revela también una forma de vida.

Grabado en los estudios Sphere de Burbank (California), este trabajo que toma el relevo a “Volumen 11” (2016) y “Bohemio” (2013) llama primero la atención por su vocación más ruidista en los temas más roqueros, labor en la que cuenta con la asistencia tras las guitarras de Mark Goldenberg y Rich Hinman (este también al “pedal steel”).