Brexit – por sus siglas en inglés- es como se llama a la salida de los británicos de la UE. Recientemente acaba de vencerse el plazo del 29 de marzo que preveía la salida del Reino Unido de la Unión Europea y el hecho está en profunda discusión.
Vale recordar cual fue una de las principales razones que motivó a que en 2016 tomaran tal decisión. Sintieron que habían perdido el control de su democracia, en particular un sector más adulto del país cuya cultura es más conservadora. Sintieron la amenaza de haber perdido en especial el control de sus fronteras.
El pertenecer a la Unión Europea implica la obligación, entre otras cosas, de aceptar la libre circulación de personas entre los 28 países miembros. Esto pone una luz amarilla respecto de cómo el bloque va a pararse y a conducir la inmigración, uno de los problemas más grandes que ya enfrentan los países desarrollados y que se incrementa día a día. En particular de personas con escasos recursos, escasa formación que huyen de zonas poco desarrolladas, con conflictos étnicos, religiosos, políticos, económicos etc. Como decía, los ingleses entraron en pánico frente a que los inmigrantes recibieran permisos por parte de la UE, y que quienes ingresaran por cualquier otro país, en realidad, buscaran llegar a Inglaterra. Esta fue una de las grandes causas que lleva a que una importante porción de la sociedad inglesa votará por abandonar la Unión.
Llegamos a los días que corren y mucha de esa gente que votó por la salida, se está dando cuenta que primero no estaban tan informados de las implicancias de salirse del acuerdo. Y esto está llevando a que un gran porcentaje de aquellos pro-salida, hoy vean que quizás sea peor el remedio que la enfermedad.
Días atrás reunidos el parlamento inglés se encontraron con una manifestación de mas de 1 millón de ingleses que se expresaban diciendo que quieren un segundo referéndum, que oportunamente los ingleses fueron engañados y orientados con información falsa y poco transparente sobre las ventajas de salirse de la UE y sobre todo de los peligros de permanecer en ella, lo que motivó los resultados de aquel referéndum. Este grupo autodenominado PEOPLE VOTE, que ha logrado reunir más de cinco millones de personas a través de Internet, piden un nuevo referéndum y todo indica votarían por dar marcha atrás con en Brexit.
Frente al parlamente inglés esgrimían pancartas que expresaban “PUT IT TO THE PEOPLE”, es decir, “déjenlo en manos de la gente”, otras que decían “WE ARE EUROPEAN”, léase “Somos europeos”. Finalizada la jornada parlamentaría el Speaker o Vocero del parlamento informó que hay ocho opciones posibles, entre las que en segundo lugar de aceptación y acuerdo entre los parlamentarios estaría la del referéndum confirmatorio y la primera de las opciones es que se está cerca de la Unión Aduanera. Por último otras de las opciones con las que hubo casi total acuerdo fueron dos. Una que cualquiera sea la decisión que finalmente se tome debe ser confirmada por un referéndum en las urnas, y la otra es que de confirmarse la salida no puede ser sin acuerdo, o con una salida caótica, como se diría vulgarmente con un portazo o por las malas. En conclusión, la jornada dejó en claro que el debate llevará mucho más tiempo, que les gusta la posibilidad de una unión aduanera y que cualquier decisión será sometida a Referéndum Confirmatorio. Y principalmente que no piensan bajo ningún punto de vista en una salida desordenada.
Considerando esto, la pregunta que se impone es desde qué lugar van a participar en la próximas elecciones europeas, que están a la vuelta de la esquina.
En fin estamos en presencia de días claves para la situación y veremos cómo la política inglesa y europea sortean esta boda en la que ellos mismos se han metido.
Los ingleses parece que ahora se han dado cuenta que con todos sus problemas, y con todas las cuestiones que quizás no sean ideales, la Unión Europea es sin lugar a dudas lo mejor que le paso a los países europeos en su historia.
El sueño de Robert Schuman hecho realidad, 27 países integrados, 500 millones de habitantes hacia una Europa sin antagonismos y en libertad.
Los ingleses parecen estar decididos a pedirle a sus gobernantes que revoquen el art. 50 del tratado de Lisboa, cancelen el Brexit y comiencen una nueva etapa donde las diferencias y las imperfecciones se arreglen desde adentro. Salud a la Unión Europea, Salud a la Integración.
